Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Jaime Sabines
No necesito guardaespaldas. Soy del sur del Bronx.
Al Pacino
Lo que hagáis, a vosotros os pertenece; yo sólo debo responder de mis propios actos.
Confucio
Triste puedo estar solo: para estar alegre, necesito compañía.
Elbert Hubbard
No me gusta el juego de Tal, porque Botvínnik considera que no se puede ganar jugando como lo hace él, porque el ajedrez tiene sus leyes.
Garri Kaspárov
Sólo se puede salir de la crisis trabajando más y ganando menos.
Gerardo Díaz Ferrán
La inviolabilidad de la vida es el paso más avanzado que pueda darse en la vía de la civilización.
José Hilario López
Blanco y en botella.
José María García
La mera visión del mar solía provocarme las sensaciones que experimenta un cazador cuando oye el griterío de una jauría de perros.
Mary Shelley
La teología es la ciencia de la mentira divina.
Mijaíl Bakunin
Un compañero alegre te sirve en el viaje casi de vehículo.
Publilio Siro
Las banderas de mi casa son la ropa tendía.
Roberto Iniesta
Tienes derecho a expresar libremente todo aquello que te esté permitido decir.
Roger Wolfe
En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la Patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe.
Salvador Allende
Los generales que conocen las variables posibles para aprovecharse del terreno sabe cómo manejar las fuerzas armadas. Si los generales no saben cómo adaptarse de manera ventajosa, aunque conozcan la condición del terreno, no pueden aprovecharse de él.
Sun Tzu
Su poesía es seca, así como una momia, por eso ha resistido tantos siglos.
Valeriu Butulescu