Los godos si no la embarran a la entrada, la embarran a la salida.
Jaime Garzón
Nada diré que sea mentira; iré sobre la claridad, como una espiga al viento, hacia la eternidad.
Agustín Acosta
La mente mueve las montañas.
Anónimo
¡Arriba, haragán! ¡No desperdicies la vida! Ya dormirás bastante en la sepultura.
Benjamin Franklin
No me retiraré mientras siga manteniendo mis piernas y mi caja de maquillaje.
Bette Davis
Hasta el romano indigente se sentía orgulloso de poder decir civis romanus sum; Roma y el Imperio eran su familia, su hogar, su mundo.
Erich Fromm
La moda es una hoja muerta.
Francis Picabia
Ni respeto ni parentesco debe divertir la ejecución de la justicia, ni retardarla un punto; porque el daño es ejecutivo, y se recrecen inconvenientes de mala condición y peor consecuencia.
Francisco de Quevedo
¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis.
Francisco de Sales
La felicidad reside en los gustos y no en las cosas; somos felices cuando tenemos lo que nos gusta y no cuando tenemos lo que los demás encuentran agradable.
François de La Rochefoucauld
Muerte es todo lo que vemos despiertos; sueño lo que vemos dormidos.
Heráclito
No seréis nunca frailes si primero no sois monaguillos.
Jean-Jacques Rousseau
Cuando para de cantar y vuela al fin vemos a la cigarra.
Masaoka Shiki
Donde reina la envidia no puede vivir la virtud ni donde hay escasez de liberalidad.
Miguel de Cervantes
¡Que venga el verano! ¡Que vengan de nuevo el otoño y el invierno! ¡Cada estación me será encantadora, oh tú, que decoras esta fantasía y esta razón!
Paul Verlaine
Algunos aman las flores y los animales porque son incapaces de entenderse con sus semejantes.
Sigrid Undset