La juventud, embriagada por las propias esperanzas, cree estar ya en posesión de aquello mismo que pretende; todo el producto de su imaginación se le antoja realidad.
Jacques-Bénigne Bossuet
Estilo es plagiarse a uno mismo.
Alfred Hitchcock
No existe ningún trabajo despreciable, sino tan sólo personas despreciables a quienes no les interesa hacerlo.
Ayn Rand
El hombre es descendiente de un cuadrúpedo peludo, con cola, probablemente arbóreo en sus hábitos.
Charles Darwin
Cómo vivir sin verte si se que pertenezco a esa región en donde la emoción le gana siempre a la razón, porque Argentina tiene locas golondrinas en el corazón, en donde la esperanza, siempre inventa algún color, y la gente no se cansa de soñar y dar amor.
Eladia Blázquez
Al hombre le gusta ver a su amigo humillado ante él; para la mayoría la amistad está basada en la humillación.
Fiódor Dostoyevski
El gobierno no es una razón, tampoco es elocuencia, es fuerza. Opera como el fuego; es un sirviente peligroso y un amo temible; en ningún momento se debe permitir que manos irresponsables lo controlen.
George Washington
La habilidad técnica no es suficiente. Nunca es suficiente.
James Franco
Un hombre sin religión es como un pez sin bicicleta.
Jaume Perich
Quien disfruta de lo robado pierde la tranquilidad y en ocasiones la vida.
Kalimán
Perseguir, anhelar, desear la felicidad nos hace tremendamente infelices.
Miguel Campion
Nadie llega muy lejos si se olvida de aquellos que estaban a su lado cuando lo necesitaba.
Paulo Coelho
Al menos que se haga un compromiso, solo hay promesas y esperanzas, pero no planes.
Peter F. Drucker
Se que hay pobres con dinero, ricos que duermen en el suelo. Se que hay quien sueña en un cajero, se que quiero, se quien soy... Se que vendo y se que doy.
Rosana
La única cosa que sé es saber que nada sé; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.
Sócrates
Al principio, sintió tristeza por la pérdida de su viejo amigo. Después, experimentó inseguridad, y la inseguridad se convirtió en temor. Jamás aprendería a ser feliz, hasta que un día... Aceptó por fin la única verdad. Sólo en él radicaba la capacidad para encontrar la felicidad.
Spencer Johnson