El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad.
Jacobo Fijman
Del deseo surge el dolor; del deseo surge el miedo. Para aquel que está libre de deseo ni hay dolor ni mucho menos miedo.
Buda Gautama
El que nada se perdona a sí mismo, merece que se lo perdonemos todo.
Confucio
Que Dios me ayude, Anastasia; si no comes, te tumbaré encima de mis rodillas aquí en este restaurante, y no tendrá nada que ver con mi gratificaciónsexual. ¡Come!
E. L. James
Desgraciado del que se desorientara en el laberinto infinito de las grutas paralelas y ramificadas que suben y bajan; tendría que tomar la resolución de sentarse sobre un banco de estalagmitas, y contemplar cómo su antorcha se apagaba lentamente, lo mismo que su vida, si tenía bastante resignación para no morir desesperado.
Élisée Reclus
Los perezosos gozan de esta prerrogativa: son frecuentemente tomados por filósofos.
Émile Pontich
Es difícil hacer las cosas difíciles: hablar a los sordos, mostrar a los ciegos una la rosa. Niños, aprended a hacer las cosas difíciles: dar la mano a los ciegos, a cantar para los ordos, liberar a los esclavos que se creen libres.
Gianni Rodari
La multitud ha sido en todas las épocas de la historia arrastrada por gestos más que por ideas. La muchedumbre no razona jamás.
Gregorio Marañón
Tiene sus órdenes, teniente. Su trabajo es ser su ojo en el cielo.
Helen Mirren
Ahora puedo ver ante mis ojos como caen todas las piezas.
Ian Curtis
¿Sabes qué tiene de bueno la verdad? Que todos podemos reconocerla por mucho que hayamos vivido sin ella. Nadie olvida qué es la verdad, Frank, sólo nos volvemos más diestros mintiendo.
Kate Winslet
Nuestro trabajo en Grameen Bank nos mostró que la gente pobre tiene habilidades que permanecen inutilizadas, y que son capaces de cambiar su propio destino si se le dan las oportunidades correctas.
Muhammad Yunus
Siento con seguridad que me volveré loca de nuevo.
Nicole Kidman
El arte de ser feliz consiste en reajustar permanentemente nuestro entorno.
Okakura Kakuzō
Nunca habrá otro Pelé. Mi padre y mi madre cerraron la fábrica y rompieron el molde. Soy único e irrepetible.
Pelé
Tal como al fin el tiempo lo transforma en sí mismo, el poeta despierta con su desnuda espada a su edad que no supo descubrir, espantada, que la muerte inundaba su extraña voz de abismo.
Stéphane Mallarmé