¿La vida? ¡Bah! No tiene valor alguno. De todas las cosas baratas, es la más barata.
Jack London
Lucho por lo que amo, amo lo que respeto, y a lo sumo respeto lo que conozco.
Adolf Hitler
Son las pasiones, y no los intereses, los que guían al mundo.
Alain
La duda, que, por un lado, es una tortura para el entendimiento, es, por otro, la madre de la ciencia y del derecho.
Carlo Bini
Todos tenemos un secreto escondido bajo llave en el ático del alma.
Carlos Ruiz Zafón
Yo prefiero cantar a la tierra fértil y fragante. No creo que nunca la áspera voz de los motores valdrá la más tímida canción del trovador, ni el pacífico refrán de fuentes cristalinas, ni el sonido de la siega cuando abate los meses.
Émile Armand
Es cierto que existen personas como Willie Loman (el viajante del drama de Arthur Miller), pero no me parece que sea necesario escribir sobre ellos una obra de teatro.
Gary Cooper
Basta con contemplar la magnitud de esta tarea para admitir que la generación espontánea de un organismo vivo es imposible.
George Wald
Has aprendido a odiar, por fin estás preparado para ser rey.
Ian Bannen
No cabe duda que la gente tiene que estar loca o extrañamente obcecada para cifrar la principal esperanza de su fidelidad o seguridad común en una sola persona, la cual, en el caso de que sea buena, no puede hacer más que otro hombre, y si es mala tiene poder para hacer más daño que millones de otros hombres.
John Milton
La inmortalidad no tiene sentido en cuanto son los otros la razón de nuestra existencia.
Jorge González Moore
Todos somos capitanes y la diferencia está sólo en el barco en que vamos sobre las aguas del mar.
León Felipe
Cuando se pelea por el control de una espada, siempre gana quien sostiene la empuñadura.
Neal Stephenson
Dinero llama dinero.
Proverbio
Somos discretos, genuinos y británicos hasta la médula.
Ringo Starr
Me embargaba un estado de excitación agradable y al mismo tiempo útil. En casa me dirigí inmediatamente a la administración de la vivienda, exhibí mi billete rosa y así me dieron la autorización para cerrar los cortinajes. Este derecho se nos concede únicamente los días sexuales. Habitamos siempre en nuestras casas transparentes que parecen tejidas de aire, eternamente circundadas de luz.
Yevgueni Zamiatin