No dejes nunca de mostrar tu amor.
Jack Canfield
La más segura señal de una naturaleza inferior es querer no parecer sorprendido de nada.
Albert Guinon
Nacimos gritando porque somos hijos de la revolución.
Alex Pimentel
En la democracia occidental se goza de libertad a condición de no usarla.
Anónimo
La esperanza es solo amor a la vida.
Henri-Frédéric Amiel
Pocos comportamientos ajenos nos resultan más irritantes que aquellos que muestran nuestros propios defectos de modo poco favorable.
John Verdon
Es una gran locura la de vivir pobre para morir rico.
Juvenal
Pero pude manejar piedras, ladrillos, y me interesé en los materiales, en su valor específico, en que construir es emplear materiales, respetar las leyes de la resistencia, inventar medios para vencer la resistencia. Y entonces me hice arquitecto, como se debe, para con Dios quizás, no oficialmente.
Le Corbusier
Si vas a escuchar a la gente, escucha a los triunfadores. Escucha a las personas que saben lo que hacen y que demuestran el valor de lo que hacen.
Louise Hay
Cuando no sepamos qué pasa por la mente del niño: ¡sonriámosle, mirémosle con cariño, acerquémonos a él y sentémonos a su lado!; la corriente afectiva que se establece hará el resto.
María Jesús Álava Reyes
Tú no eres mi hijo. Yo sólo te parí.
Marisa Paredes
En el fondo del hombre hay una noche irresistible. Cada anochecer, los hombres y las mujeres se quedan dormidos. Se hunden en esa noche como si las tinieblas fuesen un recuerdo.
Pascal Quignard
Un gran líder sabe seguir las reglas. Pero un gran líder sabe cuándo romperlas.
Scoot McNairy
Tanto el lector como el pensador, el esperanzado y el flâneur, son todos tipos del iluminado, como lo son el que consume opio, y el soñador, y el embriagado. Y ellos son, además, los más profanos. Por no hablar de la más terrible de las drogas -la más terrible, a saber, nosotros mismos-, que consumimos en nuestra soledad.
Walter Benjamin
Alguien que se cree abandonado está leyendo, y le duele que la página que quiere pasar esté cortada, que ya ni siquiera ella lo necesite.
Ciertas cosas no se venden ni se prestan, como, por ejemplo, la dignidad, la libertad o los derechos. Entregarlas es perder tu esencia.
Walter Riso