Amar sin deseo es peor que comer sin hambre.
Jacinto Octavio Picón
La mirada se anuda en las cosas que se sorprenden debajo de las piedras.
Aída Cartagena Portalatín
El amor es cruel; pone en ridículo a los que ya no sirven para sus designios.
Andrenio
Ya no quedan héroes; en la vida real, los monstruos vencen.
Chuck Palahniuk
El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretenda hacerse superior a las leyes.
Cicerón
Ninguna tentación puede ser medida jamás por el valor de su objeto.
Colette
Las mujeres pueden llegar a no exigir un buen físico al hombre por que se sienten atraídas, aunque, en mi opinión, sólo cuando ese hombre ya las ha arrollado con su personalidad. Es entonces y no antes cuando el físico deja de tener importancia.
Egoland
Nunca mientas a tu médico, confesor, ni abogado.
George Herbert
Más que el logro, es la dirección la que infunde el sentimiento de progreso.
Hugh Prather
Creo en esto: que la exploración de la mente humana con total libertad es la cosa más valiosa del mundo.
John Steinbeck
La España de hoy mira a la España de la II República con enorme reconocimiento y, sobre todo, con satisfacción y orgullo por lo que hemos sabido hacer entre todos en esta etapa constitucionalista.
José Luis Rodríguez Zapatero
Sed hombres y mujeres del mundo, pero no seáis hombres o mujeres mundanos.
Josemaría Escrivá de Balaguer
La propia ciencia, no importa si intenta la búsqueda de la verdad o simplemente la necesidad de obtener el control sobre el mundo exterior, para aliviar el sufrimiento, o para prolongar la vida, es en última instancia una cuestión de sentimiento, o mejor dicho, de deseo: el deseo de conocer o el deseo de realizar.
Louis de Broglie
Hubo un momento de silencio... Y luego, desde los bosques, llegó una multitud de hermosos ecos, dulces, fugaces, argentinos, como si todos los cuernos de la región del encanto estuvieran soplando.
Lucy Montgomery
No se debe juzgar a una nación por cómo trata a sus miembros más encumbrados, sino por cómo trata a los más humildes.
Nelson Mandela
Sé que tengo los ojos abiertos, a causa de las lágrimas que de ellos manan sin cesar.
Samuel Beckett