El origen de todas las grandes fortunas es la falta de delicadeza.
Jacinto Benavente
Con petróleo, con hierba, vamos a seguir trabajando incansablemente por la Argentina que él soñó
Cristina Fernández De Kirchner
Ay, tú, Señor, le diste esa ladera que en un álabe dulce se derrama, miel secreta en el humo entredorado. ¿A qué tu poderosa mano espera? Mortal belleza eternidad reclama. ¡Dale la eternidad que le has negado!
Dámaso Alonso
Cuando una sociedad decae, el arte, si es veraz, debe también reflejar decaimiento. Y a menos que desee romper la fe con su función social, el arte debe mostrar que se puede cambiar. Y ayudar a cambiarlo.
Ernst Fischer
La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
Gabriel García Márquez
Nos equivocamos a menudo en el amor, a menudo herido, a menudo infeliz, pero soy yo quien vivió, y no un ser ficticio, creado por mi orgullo.
George Sand
Estamos más cerca unos de otros cuando callamos que cuando hablamos.
Guy de Maupassant
Los hombres, desde niños, aprenden a dividirse en lobos y corderos.
Jaime Campmany
No hay que olvidar que el primer deber, en el matrimonio, es hacerse perdonar que uno está allí.
Jean Rostand
En la vida no hay nada que importe, salvo el amor. Nada más que el amor.
John Verdon
A veces el hambre es la mejor especia.
Ken Follett
No hay papeles pequeños, sólo hay artistas pequeños.
Konstantin Stanislavski
El verdadero rostro del alcohólico no es el que muestran las publicidades torpemente - sino una realidad más autentica: la del sufrimiento humano.
Pierre Fouquet
Alguna gente dice: 'Nueva York es un sitio genial para visitarlo, pero no me gustaría vivir allí.' Yo digo eso de otros sitios.
Robert De Niro
Los estados son esclavos por la naturaleza de su constitución o por el abuso de ella. Luego un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, huella y usurpa los derechos del ciudadano o súbdito.
Simón Bolívar
El cristianismo es la religión más extraña jamás creada, que cometió un asesinato a Jesús con el fin de redimir la humanidad del pecado de comer una manzana.
Thomas Paine