Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!
Jacinto Benavente
La razón, la orgullosa razón, es cruel y caprichosa. La santaingenuidad del instinto es la única verdad, la única certidumbre que el hombre puede tener a su alcance en esta ilusoria vida, en las que las tres cuartas partes de nuestros males nos vienen de la razón.
Anatole France
Coge el día presente y fíate lo menos posible del mañana.
Ángel Ganivet
Una superstición es una explicación prematura que sobrepasa a su tiempo.
Anónimo
El sabio que es tonto da la cara pronto.
El beso del amor ahogó la voz de la razón.
Aurora Cáceres Moreno
Soy una prostituta musical.
Freddie Mercury
En realidad, el hombre tiene religión porque no es un animal, sino un ser pensante.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Siempre he mantenido que lo único que están para defender lo bueno, lo verdadero y lo bello. Tenemos que rechazar lo que es feo.
Imelda Marcos
El mar es la fuente de agua y la fuente de la música; pues ni se ráfagas de viento surgir en las nubes y volar hacia fuera de dentro de ellos, a excepción de la gran mar, ni existirían las corrientes de los ríos ni el agua de lluvia en el cielo, pero por el mar; pero el gran mar es el engendrador de nubes y vientos y los ríos.
Jenófanes
La vejez es una máscara: si te la quitas, descubres el rostro infantil del alma.
José Bergamín
Nuestro amor al prójimo se diluye tanto con las masas de los semejantes adyacentes, con los demasiado cercanos, que al final ya no quedan ni rastros de él.
Konrad Lorenz
Yo no sacrificaría los intereses de los intocables ni siquiera a la libertad de la India... Antes quisiera ver morir al hinduismo que sobrevivir la intocabilidad... Debo declarar que si fuese el único en resistir, lo haría a costa de mi vida.
Mahatma Gandhi
Las pseudociencias son como las pesadillas: se desvanecen cuando se las examina a la luz de la ciencia.
Mario Bunge
No amar es como herir a Dios en la pupila de Su ojo. ¿Hay algo más delicado que la pupila?
Pío de Pietrelcina
Que un hombre se levantó y dijo: He aquí, ésta es la verdad, y al instante percibo un gato de arena hurtando un trozo de pescado en el fondo. Mira, te has olvidado el gato, digo yo.
Virginia Woolf