Lucha sin cesar, y no te rindas. ¡Antes morir esforzadamente! Oponte orgullosamente y no te humilles. Podrás sucumbir, pero nunca hacer traición.
Ivan Yakovych Franko
Mi pan lo comí entre batalla y batalla. Entre los asesinos dormí. Hice el amor sin prestarle atención y contemplé la naturaleza con impaciencia. Así pasé el tiempo que me fue concedido en la tierra.
Bertolt Brecht
Me gusta la gente inteligente, la gente sensible, perceptiva, pero la inteligencia es una parte más, no una particularidad en especial. Hay mucha gente que cree que atender el cuerpo es una cosa estúpida, que bailar es perder el tiempo. Yo creo que atender el cuerpo es igual que atender la mente: es tan elevado lo uno como lo otro.
Federico Moura
El orgullo, que nos inspira tanta envidia, a menudo nos sirve también para moderarla.
François de La Rochefoucauld
Tal vez aprender a manejar la máquina del atrevimiento, para viajar instantáneamente a los límites de la vida inmediata, para fundar de vez en cuando un breve paraíso sin porvenir ni pasado, sin el doble chantaje de la nostalgia y del miedo.
H. G. Wells
Ninguna persona puede ver y comprender en otros lo que ella misma no ha vivido.
Hermann Hesse
Vinisteis, pues, hermanas para hacer el bien al prójimo.
Jerónimo Usera
La libertad es un aire habitual, sin perfumes exóticos, que se respira junto con el oxígeno sin pensarlo, pero conscientes de que existe.
Juan Carlos Onetti
Debéis hacer cosas que realmente sean importantes, pero también debéis divertiros, porque si no, no tendréis éxito.
Larry Page
Aquí tienen diez yuanes; por favor, déjenme entrar en la asociación - implora el shenshi malvado de poca monta. -¡Maldita la falta que nos hace tu cochino dinero!- le replican los campesinos.
Mao Zedong
No digas todo lo que sabes, pero procura saber siempre lo que dices.
Matthias Claudius
Si alguno no quiere trabajar, que no coma.
Pablo de Tarso
Mis letras tienen mucha influencia de Julio Cortázar y Pablo Neruda.
Pitbull
Quien vive modestamente, descansa en su mismo trabajo.
Ramon Llull
Beber es un analgésico contra el exceso de realidad que se evoca cuando se escribe ficción.
Santiago Pajares
El campo de batalla principal del bien no es el espacio abierto de una arena pública, sino el pequeño claro que hay en el corazón de cada uno.
Yann Martel