En las cosas prósperas medita cómo llevarás las adversas; piensa siempre, para que nada adverso te acontezca.
Isidoro de Sevilla
Que los dioses mantengan a los lobos calmos y a las mujeres en nuestras camas.
Brendan Gleeson
Practique el acto de comer con conciencia. La mayoría de nosotros no nos damos tiempo suficiente para sentarnos a comer de verdad. Estamos demasiado ocupados, haciendo y comiendo al mismo tiempo, comiendo y hablando, comiendo y trabajando y hasta comiendo y conduciendo el automóvil al mismo tiempo.
Deepak Chopra
Pude haber sido peor futbolista que Pelé.
Diego Armando Maradona
Falta algo para completar esta demostración pero no tengo tiempo.
Évariste Galois
Sólo el infortunio puede convertir un corazón de roca en un corazón humano.
François Fénelon
El amor de san Francisco era tan sublime que nueve de cada diez hombres apenas saben lo que es.
Gilbert Keith Chesterton
La familia, la casa paterna, es como una iglesia de orden natural, que rara vez niega un alivio y que prepara el alma a consuelos mayores.
Giuseppe Antonio Borgese
En Arte lo mejor es lo suficientemente bueno.
Goethe
Pon en mi soledad los pies ligeros de tus dichas.
Jacobo Fijman
Avergüénzate de morir hasta que no hayas conseguido una victoria para la humanidad.
Jürgen Habermas
Todo el mundo quiere juzgar a los otros de manera subjetiva. Ese método tan simple de aplicar criterios ajenos para calificar a la gente está en desuso, es como un libro enmohecido.
Kōbō Abe
Las reformas son menos temibles que las revoluciones, porque causan menos reacciones.
Lord Charles John Darling
Yo prefiero ser el número uno antes que cualquier otra cosa... Hacemos el volumen más grande. Hacemos el mejor trabajo.
Ray Kroc
Las revoluciones ni se hacen con programas, ni a plazo fijo, ni con límites preconcebidos.
Ricardo Mella
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio.
Silvio Rodríguez