A lo mejor escribir no sea más que una de las formas de organizar la locura.
Isidoro Blaisten
Durante toda mi vida, y especialmente después de ganar el título de campeón, decían que era enemigo de los soviéticos. Eso me dolía profundamente y me impedía el contacto con el país en el que había nacido y al que nunca he dejado de querer.
Alexander Alekhine
Todo cuanto de desagradable puede echaros en cara vuestro enemigo, nunca llegara a la mitad de lo que a vuestras espaldas murmuran de vosotros los amigos.
Alfred de Musset
Los males de nuestro actual sistema monetario son grandes.
Alfred Marshall
¿acaso los tejidos del hombre y de los animales no encierran los gérmenes de una multitud de gusanos, que esperan para nacer la fermentación pútrida necesaria a su existencia?
Allan Kardec
El sabio cuida principalmente de la raíz.
Confucio
Luchar por la cultura nacional es, en primer lugar, luchar por la liberación de la nación, matriz material a partir de la cual resulta posible la cultura.
Frantz Fanon
Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder.
Friedrich Nietzsche
Los seres humanos viven en un mundo real. Sin embargo, no operamos directa o inmediatamente sobre ese mundo, sino que operamos con un mapa o con una serie de mapas o modelos que usamos para guiar nuestro comportamiento.
John Grinder
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer, no he sido feliz.
Jorge Luis Borges
La esperanza es un árbol, el más frondoso, y de sus bellas ramas dependen todos.
Melchor de Palau
Tirá, tirá para arriba! tirá! Si no ves la salida, no importa mi amor, no importa: vos, tirá.
Miguel Mateos
Cada individuo tiene un lugar para llenar en el mundo, y es importante, en algún aspecto, si elige ocuparlo o no.
Nathaniel Hawthorne
Habla poquísimo de ti, poco de los otros, mucho de las cosas.
Paolo Mantegazza
En el amor, las mujeres llegan hasta la locura, y los hombres, hasta la necedad.
Philippe Gerfaut
Recuerdo cómo salimos en tropel los jugadores de ajedrez... Y cómo, a medida que nos acercábamos a la plaza San Martín nos íbamos poniendo serios y éramos cada vez menos, y al fin, cuando crucé la plaza, me vi solo.
Rodolfo Walsh