Enfrenta los obstáculos a medida que se presenten, no pierdas energía temiendo lo que pueda haber en el futuro.
Isabel Allende
El tiempo cura todas las heridas.
Anónimo
El dueño del suelo es dueño hasta el cielo y hasta el infierno.
Confieso que enterrar a algunas personas constituye un gran placer.
Antón Chéjov
Llámenme místico, pues yo predigo estas cosas.
Conor McGregor
Yo no sé de árbol fuerte más fuerte que su alma...
Dulce María Loynaz
Mi amiga cree que eres lo mejor que se ha creado después de la pastilla del día después.
Elle Fanning
Disciplina, trabajo. El trabajo, la disciplina.
Gustav Mahler
Las mujeres estamos siempre como presentando un examen, quizá no sabemos todo el tema a la perfección, pero damos lo mejor de nosotras mismas.
Hillary Clinton
Si la naturaleza hubiera fijado una sola regla para la calidad de los miembros, las fisonomías de todos los hombres serían semejantes, y no sería posible distinguirlas unas de otras; pero ella ha variado de tal modo las cinco partes del rostro que, aunque haya establecido una regla general para la proporción, no ha seguido ninguna para la calidad; de manera que es fácil reconocer cada semblante.
Leonardo da Vinci
Somos un pueblo que no quiere conservar mucho del pasado en la cabeza. Se considera malsano en Norteamérica recordar errores, neurótico pensar en ellos, psicótico analizarlos seriamente.
Lillian Hellman
La rebeldía puede ser un don maravilloso. Es la rebeldía la que dispara la creatividad, la exploración, el progreso y las revoluciones.
Lucas Leys
La revolución es el huracán, y el hombre que se entrega a ella ya no es el hombre, es la miserable hoja seca arrebatada por el vendaval.
Mariano Azuela
El éxito hace que mucha gente te odie, me gustaría que no fuese así. Sería maravilloso disfrutar del éxito sin ver envidia en los ojos de los que te rodean.
Marilyn Monroe
De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: De la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra.
Mario Benedetti
Yo no me encuentro a mí mismo donde me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero.
Montesquieu