El viejo dispuso de muchos meses de silencio para repasar sus recuerdos y concluyó que la vida es una buena vaina, y no hay que tener tanto miedo de dejarla. Nos olvidamos que de todos modos caminamos hacia la muerte, decía a menudo.
Isabel Allende
Ni siempre ni nunca, ni tú ni yo salimos con vida de esta canción.
Amaia Montero
La oportunidad perdida es lo único que cuenta.
Antoine de Saint-Exupéry
..., creían los judíos que aquella región, que Dios les había elegido, exegía un culto especial a Dios, totalmente distinto del de las otras regiones, y que incluso no podía tolerar el culto de los otos dioses y propio de otras regiones.
Baruch Spinoza
El mayor éxito de la sociedad es el de hacernos estimar la soledad.
Charles Chincholle
- Este puzzle me lo mandó mi mujer. Le dio un baño de acido antes de enviarlo. Elige un país. - Gerry: Joder, no me des Irlanda. No quiero tener un mal viaje.
Daniel Day-Lewis
Cuando esté muerto, me gustaría que se me recordara como un músico de cierta valía y sustancia.
Freddie Mercury
Me bastan mis pensamientos.
Lope de Vega
Dormida el alma aún reconoce el lazo del amante, y llorando sentimientos, a inciertas luces abre ojos atentos.
Lucano
Se habla mirándose a los ojos, no al viento, ni a través de ese espacio sin rostro ni certezas.
Marcela Serrano
Una mano limpia y pura no necesita guante que la cubra.
Nathaniel Hawthorne
Entonces quien escucha deja de ser el mismo hombre y se desordena verdaderamente en pensamientos.
Pascal Quignard
¿Tenemos derecho a juzgar a los que queremos? Si los queremos, será por algo y ese algo nos prohíbe que los juzguemos. ¿O no?
Patrick Modiano
El ser alienado no procura un mundo auténtico. Esto provoca una nostalgia: desea otro país y lamenta haber nacido en el suyo. Tiene vergüenza de su realidad.
Paulo Freire
La miseria es una enfermedad que si no se cura a los treinta, se hace crónica.
Pitigrilli
Hay algo en la personalidad humana que se resiente a las cosas claras, e inversamente, algo que atrae a los rompecabezas, a los enigmas y a las alegorías.
Stanley Kubrick