Para vencer, la planificación por sí sola no basta. Uno debe improvisar.
Isaac Asimov
No es noble la rebelión por sí misma, sino por lo que exige.
Albert Camus
Sepan los nacidos que nacimos para vencer y no para ser Vencidos.
Bob Marley
Las palabras, una vez impresas, tienen vida propia.
Carol Burnett
Cuando ya del destino me quejaba sólo un bien me rescataba, una ventura y eras tú, madre mia, tú, mi amor, mi esperanza, mi alegria.
Clemente Althaus
Pasar de los fantasmas de la fe a los espectros de la razón no es más que ser cambiado de celda.
Fernando Pessoa
La naturaleza y no Dios es lo que separa a los hombres que dominan por su entendimiento, por la fuerza o por el carácter.
Friedrich Nietzsche
Siempre dicen verdad los que están de acuerdo con lo que nosotros creemos.
Georges Clemenceau
Mañana, diez siglos contemplarán nuestra victoria.
Marlene Dietrich
Casarse con una determinada persona es, si se acierta, el fundamento de una vida feliz.
Maurice Baring
El orgullo se desembaraza de tantos vicios, no dejando que subsista otro que él, que parece una gran ventaja el trocar la vanidad por el orgullo... Sólo tiene un inconveniente: la gente orgullosa es intolerablemente egoísta, mientras que los vanidosos son afables y desprendidos.
Ralph Waldo Emerson
Es perfectamente obvio que el mundo entero se va al infierno. La única oportunidad posible es que procuremos que no sea así.
Robert Oppenheimer
No tenemos que copiar las cosas malas de ajuera, Lloriqueo. ¡Nosotros tenemos que crear nuestras propias cosas malas!
Roberto Fontanarrosa
Lo que me gusta en un relato no es directamente su contenido ni su estructura sino más bien las rasgaduras que le impongo a su bella envoltura: corro, salto, levanto la cabeza y vuelvo a sumergirme. Nada que ver con el profundo desgarramiento que el texto de goce imprime al lenguaje mismo y no a la simple temporalidad de su lectura.
Roland Barthes
Aunque la gente soporte al gobierno, el gobierno no debe soportar a la gente.
Stephen Grover Cleveland
Los tiranos sienten un particular cariño por la guerra, pues distrae al pueblo de toda justa queja contra ellos. También acrecienta el poder de los tiranos, porque éstos, alegando que la patria está en peligro, pueden imponer aún más onerosas restricciones a la libertad.
Taylor Caldwell