En la actualidad, a finales del siglo XX, nada parece que pueda ya escapar en el futuro a este modo de inteligibilidad, ni la materia ni siquiera el espacio-tiempo. No solamente las estrellas, nacen, viven y mueren sino que el propio Universo tiene una historia a la que remiten las partículas elementales que no dejan de crearse, desaparecer y transformarse.