Con el fin de crear debe haber una fuerza dinámica, y ¿qué fuerza es más potente que el amor?
Igor Stravinski
Sólo te repito que el gran problema de la igualdad no es vencer el orgullo de los ricos, sino vencer el egoísmo de los pobres.
Carlos Fuentes
Siempre hay uno que sufre y otro que hace sufrir.
Carmen Martín Gaite
Cuanto más nos centramos en nuestra propia felicidad es cuando más se aleja.
Christopher Plummer
Quienes son pródigos en exceso y se entregan al lujo, fácilmente se vuelven orgullosos.
Confucio
Si alguien te adula, admira su inteligencia, abunda en el criterio.
El Gran Wyoming
Las ideologías nos separan, los sueños y la angustía nos unen.
Eugène Ionesco
Los médicos cortan, queman, torturan. Y haciendo a los enfermos un bien, que más parece mal, exigen una recompensa que casi no merecen.
Heráclito
Cuando pierdas no digas nada. Y cuando ganes di aún menos. Sé humilde en tus victorias y elegante en tus derrotas. Que hablen los demás.
Ignacio Novo Bueno
Es increíble que semejante escoria indecente (la prensa) publique tanta bazofia, que acto seguido unos retrasados dementes (el gran público) pongan el grito en el cielo y que inmediatamente después unos babosos repugnantes y oportunistas (los políticos)se suban inmediatamente al carro.
Irvine Welsh
A ti te sigo, oh Fortuna; ¡se acabaron ya los pactos! Nos hemos entregado en las manos del Destino; sea la guerra nuestro juez.
Lucano
Tengo la sabiduría del condenado a muerte: No tengo cosas que me posean.
Mahmud Darwish
¿Dónde están los besos que te debo? En una cajita; que nunca llevo el corazón encima, por si me lo quitan.
Roberto Iniesta
Todo el mundo es opiniones de pareceres tan varios, que lo que el uno que es negro el otro prueba que es blanco.
Sor Juana Inés de la Cruz
Si tú intentas ser una persona que no eres, te vas a sentir incómoda y la gente se va a dar cuenta que eres una persona falsa.
Stefanía Fernández
El encanto de la guerra procede asimismo de que es una situación simple, en la que es fácil elegir: el bien se opone al mal, los nuestros a los otros, las víctimas a los verdugos. Si antes el individuo podía pensar que su vida era inútil o caótica, en la guerra adquiere cierta gravedad.
Tzvetan Todorov