Si todo me estuviera permitido, me perdería entre tanta libertad.
Igor Stravinski
Los sucesos malvados proceden de causas malvadas.
Aristófanes
Con tu belleza matadora, cien veces bella, más y más, tú siempre, siempre, a todas horas, de frialdad fundida estás.
Borís Pasternak
Estoy tratando desde mi lugar de subrayar la verdadera fraternidad entre los hombres.
Dalai Lama
Un bello morir honra toda la vida.
Francesco Petrarca
Prefiero el estado de progreso constante, con la meta al frente y no atrás.
George Bernard Shaw
Si se me califica de sensual, se cometerá una equivocación, porque la fuerza de mis sentidos nunca me ha hecho descuidar mis deberes cuando los he tenido.
Giacomo Casanova
La ciencia ha hecho más por el desarrollo de la civilización occidental en cien años que el cristianismo hizo en 1.800 años.
John Burroughs
Me verás reír viéndome sufrir. Y tú llorarás. Y entonces... ¡más mío que nunca serás!
Juana de Ibarbourou
El amor en la vida del hombre es un episodio; en la mujer es toda la existencia.
Lord Byron
Yo no merezco más de la mitad del mérito por las batallas que he ganado. Por regla general, son los soldados los que ganan las batallas y los generales los que se llevan la fama.
Marlene Dietrich
La justicia social no es tanto una ley que ordene distribuir; vista cristianamente es una actitud interna como la de Cristo, que siendo rico, se hace pobre para poder compartir con los pobres su amor. Espero que este llamado de la Iglesia no endurezca aún más el corazón de los oligarcas sino que los mueva a la conversión.
Óscar Romero
La vida imita al arte mucho más que el arte imita a la vida.
Oscar Wilde
Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
Publilio Siro
La gente creía que cuando alguien muere, un cuervo se llevaba su alma a la tierra de los muertos, pero a veces, algo malo ocurre, y acarrea una gran tristeza, y el alma no puede descansar en paz. Y a veces, solo a veces, el cuervo puede traer de vuelta el alma para enmendar el mal.
Rochelle Davis
Trabajosa cosa es comenzar siempre la vida.
Séneca