Sufrir por la libertad... es marchar por un sendero de abrojos que sólo se convierte en rosas cuando uno ha pasado.
Ignacio Manuel Altamirano
Tu mirada, tus oscuros ojos vuelcan tu amor intacto sobre esta cama.
Carmen Boullosa
Nuestra revolución que es una revolución consciente, sabe que soberanía política esta unida íntimamente a soberanía económica.
Che Guevara
Estoy cayendo, pero no importa que tan duro golpee el suelo, yo voy a seguir sonriendo.
Eyedea
Nunca es segura la alianza con un poderoso.
Fedro
Los elementos del bienestar hoy no son un logro ni de la derecha ni de la izquierda, sino de la civilización.
Fernando Savater
No tenemos derecho a gozar de felicidad si no la creamos en torno nuestro, de la misma manera que no lo tenemos a consumir la riqueza sin producirla.
George Bernard Shaw
El sistema de revisión por pares es satisfactorio durante los periodos tranquilos, pero no durante una revolución en una disciplina como la astrofísica, cuando el establishment tiene por misión preservar el status quo.
Hannes Alfvén
Donde el camino me llevó siempre una lumbre daba abrigo pero yo nunca conocí qué es una patria y un hogar.
Hermann Hesse
Las victorias militares por si solas valen poco. Lo que sobre ellas se construye es lo que importa.
José Figueres Ferrer
La fe firme. (Por ejemplo, es una predicción). ¿Es menos cierta que la convicción de una verdad matemática? Pero ¿se hacen por ello más semejantes los juegos lingüísticos?.
Ludwig Wittgenstein
Salgo fuera a veces, pero no todo el tiempo. Creo mi mundo tras las puertas, sabes, porque no puedo ir al cine del centro del pueblo, ni ir al parque, ni ir a por helados al mercado o a la tienda de la esquina. Así que... Quieres construir ese mundo de puertas para adentro, y eso es lo que intento, y lo que hago.
Michael Jackson
Para escribir un buen libro no considero imprescindible conocer París ni haber leído el Quijote. Cervantes cuando lo escribió, aún no lo había leído.
Miguel Delibes
Ansiamos unas vacaciones de nuestros lóbulos frontales.
Oliver Sacks
Y me abandonaré a su abrazo y le abriré mi cuerpo para que él penetre en mí como el puñal del asesino penetra en el corazón de un príncipe sanguinario y magnífico...
Salvador Elizondo
Nunca odié a un hombre lo suficiente como para devolverle sus diamantes.
Zsa Zsa Gabor