El amor no crece a un ritmo regular, sino que avanza a impulsos, a sacudidas, a saltos bruscos.
Ian McEwan
Si no chocamos contra la razón nunca llegaremos a nada.
Albert Einstein
Cuando yo era un muchacho soñaba y pensaba cuál sería el primer miserable que me iba a reprochar el no ser joven... Ya no me lo pregunto más.
Alejandro Dolina
El mar no tiene ni sentido ni piedad.
Antón Chéjov
No hagas mal y el mal no te dominará; sepárate del injusto y él se alejará de ti.
Eclesiastés
Lo que determina la profesión de un hombre no es la clase de trabajo que desempeña, sino el espíritu con que lo realza.
George Herbert
Cada cuatro años, la mitad de ingenuos que votan son animados a creer que si podemos elegir a un muy buen hombre o una muy buena mujer como presidente todo estará bien. Pero no lo estará.
Gore Vidal
La lucha por hallar este medio, o más bien dicho la lucha contra su absorción en la unidimensionalidad predominante, se muestra en los esfuerzos de la vanguardia por crear un distanciamiento que haría la verdad artística comunicable otra vez.
Herbert Marcuse
Tú estás equivocado significa no te entiendo no veo lo que tú ves. Pero no hay error en ti, tú simplemente no eres yo y eso no es erróneo.
Hugh Prather
Para mí, los mejores y más caros productos de la civilización han sido siempre -y lo siguen siendo- un libro bien escrito, en cuyas páginas haya algún pensamiento nuevo, y una pluma bien tajada con la que poder comunicar a los demás los míos propios.
León Trotski
Dado que Él me creó, ¡Él me quiere! ¡Él me ama!.
Najman de Breslev
Porque son justamente la antítesis de la conciencia nacionalista, el imperialismo, el extranjerismo y el internacionalismo.
Óscar Únzaga
Oscuro es el abismo del tiempo, pero se nos ha dado luz suficiente para guiar nuestros pasos.
Robert Southey
Que se mienta tanto a los pacientes de cáncer, y que estos mismos mientan, da la pauta de lo difícil que se ha vuelto en las sociedades industriales avanzadas el convivir con la muerte.
Susan Sontag
Así era Venecia, la bella insinuante y sospechosa; ciudad encantada de un lado, y trampa para los extranjeros de otro, en cuyo aire pestilente brilló un día, como pompa y molicie, el arte, y que a los músicos prestaba sones que adormecían y enervaban.
Thomas Mann
El dinero vale por veinte oradores.
William Shakespeare