Soy un poeta en los hechos, no a menudo en las palabras.
Ian Fleming
Muchas veces no es que los gobiernos no quieran hacer las cosas, sino que no existen las posibilidades reales para hacerlas.
Álvaro Arzú Irigoyen
No es tiempo de vacaciones y recreo, sino que es menester contener a este hombre o morir honrosamente contendiendo por la libertad.
Catón
Los cautos rara vez se equivocan.
Confucio
La facilidad para seguir los dictados de la propia conciencia parece ser, considerada a largo plazo, un acicate tan importante como las escuelas elegantes, los profesores particulares y los costosos campamentos educativos de verano.
Daniel Goleman
Es indigno que hombres notables pierdan su tiempo como esclavos del cálculo cuando podrían dejar ese trabajo en manos de cualquiera si se usaran las máquinas.
Gottfried Leibniz
El arte es la contemplación del mundo en estado de gracia.
Hermann Hesse
Sé aquello para lo que has nacido.
Hugo Weaving
En la literatura o en cualquier otra actividad, hombres y mujeres tenemos que rescatar aquellos espacios, mal considerados femeninos, que el progreso ha devaluado por considerarlos improductivos. Esos espacios que te conectan con tu espíritu y con lo que en realidad eres. Hablo de ciertos rituales, como pueden ser el de la cocina o el bordado.
Laura Esquivel
Una persona fuerte no es aquélla que tira al suelo a su adversario. Una persona fuerte es la persona que sabe contenerse cuando está encolerizada.
Mahoma
Es adorable, genial. Fue muy amistosa. Fue simplemente como una madre para nosotros.
Paul McCartney
Qué poco conocemos de Cartagena, qué poco sabemos de su gente, qué poco sabemos de sus necesidades, si lo único que hacemos es pavonearnos disfrazados de pastorcitos de lino blancos en los lugares turísticos.
Piedad Córdoba
Nuestros deseos, con frecuencia, son precursores de las cosas que somos capaces de hacer.
Samuel Smiles
El líder indiscutible e indiscutido del centro derecha en Europa es Aznar. Él es sin discusión su líder natural.
Silvio Berlusconi
Yo no tenía ninguna esperanza, y sin embargo vivía de esperanzas; desde que ella había desaparecido, no me quedaba otra cosa. No sabía qué descubrimientos, qué burlas, qué torturas me aguardaban aún. No sabía nada, y me empecinaba en creer que el tiempo de los milagros crueles aún no había terminado.
Stanisław Lem
El ojo ve bien a Dios solamente a través de las lágrimas.
Victor Hugo