El amor nos desgarra.
Ian Curtis
Al igual que el odio, los celos están prohibidos por las leyes de la vida porque son esencialmente destructivos.
Alexis Carrel
Los poetas y los héroes son de la misma raza, el último hace lo que el primero concibe.
Alphonse de Lamartine
¿Qué sería un escritor sin esa traba que le obliga a sutiles vueltas y revueltas para decir lo que no se puede decir? La técnica literaria sale ganando.
Azorín
El balance, el capital circulante y la caja lo dicen todo, Daniel, y leyendo balances te darás cuenta de que el mundo se ha vuelto loco.
Daniel Lacalle Fernandez
Lo mejor es la satisfacción personal. Que a través de la música, que es mi vida, puedo transmitir toda la alegría que llevo dentro y, lo que es mejor, con mi sentimiento y poder compartirlo con la gente a través de la música.
David Bisbal
La costumbre es, pues, gran guía de la vida humana.
David Hume
Resulta que Dios está desnudo. El que no quiera verlo que no mire.
Gloria Fuertes
A ti las quejas de mi mal profundo, hermosa sin ventura, yo te envío: mis versos son tu corazón y el mío.
José de Espronceda
Otro aspecto del amor en los seres de conocimiento profundo, es el de su proyección en el tiempo. La animalidad se sacia demasiado pronto; al espíritu toca vencer esa propensión de nuestra bestia, porque es rebajarse ante sí propio descender de la categoría casi divina en que el amor nos coloca.
Juan Bosch
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas.
Juan Rulfo
Quizás sería maravilloso decir que te arrepientes. Sería fácil. Pero ¿tendría sentido? ¿Acaso puedes arrepentirte cuando no hay alternativa?
Julianne Moore
Cuando se derrite la nieve. ¡Sueltan los caballos en el pueblito!
Masaoka Shiki
Donde hay buena disciplina, hay orden y rara vez falta la buena fortuna.
Nicolás Maquiavelo
Para saber hablar es preciso saber escuchar.
Plutarco
Sabemos también que por tenue que fuese no siempre se siguió este sistema de discriminación entre útiles e improductivos y que más tarde se adoptó con frecuencia el sistema más simple de abrir los dos portones de los vagones, sin avisos ni instrucciones a los recién llegados. Entraban en el campo los que el azar hacía bajar por un lado del convoy; los otros iban a las cámaras de gas.
Primo Levi