Vamos a visualizar el hombre seguro, y por este término, me refiero a un hombre que ha establecido como meta en su vida la seguridad financiera y personal. En general, es un hombre que ha empujado a un lado la ambición y la iniciativa y se instaló, por así decirlo, en una aburrida rutina, pero seguro y cómodo para el resto de su vida. Su futuro no es más que una extensión de su presente, y él lo acepta como tal con un encogimiento de hombros complaciente. Sus ideas e ideales son los de la sociedad en general y que se acepta como un hombre respetable, pero la media es prosaica.