No somos unos extraños en el universo, pero estamos insertos en una aventura que prosigue en distancias de miles de millones de años luz. Somos los niños de un cosmos que nos ha dado nacimiento después de un embarazo de quince mil millones de años. Como en la tradición hindú, piedras y estrellas son nuestras hermanas. Y descubrimos que dependemos de todos los vivientes, vegetales y animales, que han participado en la elaboración de nuestra fértil biosfera.