Un extraño impulso me llevó a encaramarme a la amplia losa, apagar la vela y yacer dentro de la caja desocupada.
Howard Phillips Lovecraft
Pues... Me enseñaste la bondad, por lo tanto eres bueno. Fue un incendio por donde me condujiste, y en él se quemó toda mi ignorancia. Era fuego, John, llamas las que nos envolvían.
Arthur Miller
Si algo es verdad, es verdad y si no lo es, no lo es, si es verdad debes creerlo y si no, no debes creerlo; y bueno, si no sabes si es verdad o no, deberías posponer tu opinión.
Bertrand Russell
En otras palabras, por favor, es cierto en otras palabras... yo te... amo.
Frank Sinatra
Tenemos todas las piezas en su lugar para ser una compañía muy exitosa.
Fred Smith
El que ve su propia oscuridad ya ve bastante.
George Herbert
El Puti-Club de Chavez.
Jaime Bayly
Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes.
José Ortega y Gasset
Dormida el alma aún reconoce el lazo del amante, y llorando sentimientos, a inciertas luces abre ojos atentos.
Lucano
... Por la pérdida de mis manuscritos he llorado lágrimas teñidas de sangre.
Marqués de Sade
La ciencia no puede resolver el último misterio de la naturaleza. Y eso se debe a que, en última instancia, nosotros mismos somos una parte del misterio que estamos tratando de resolver.
Max Planck
No te fíes de consejos, aunque te los quieran dar; guíate de lo que salga de tu propio natural.
Melchor de Palau
Quieres decir que si tú no entiendes algo, y la comunidad de físicos tampoco lo entiende, ¿significa que Dios lo hizo? ¿Así es como quieres jugar a este juego? Porque si es así, hay una gran lista de cosas que los físicos no comprendían en su momento y ahora sí sabemos. Si es así como quieres invocar tu evidencia de un Dios, Dios no es más que un pequeño cajón de ignorancia en la comunidad científica, que se hace cada vez más y más pequeño con el paso del tiempo. Así que prepárate porque esto va a pasar, y no vas a saber lidiar con tu problema.
Neil DeGrasse Tyson
Si Fernando Alonso ganara el título del 2007 sería una broma.
Niki Lauda
La fatalidad de los buenos propósitos es que siempre llegan tarde.
Oscar Wilde
Cada palabra es como una innecesaria mancha en el silencio y en la nada.
Samuel Beckett