En el saber todo se explica por sí solo; en el conocer todo se explica a través de otro.
Horst Matthai Quelle
La duda parcial y accidental limita la ciencia; la. duda universal y necesaria, la niega.
Alessandro Manzoni
En los torneos importantes no hay que temer a la perdida de una partida, sino al decaimiento del ánimo que ello puede ocasionar.
Alexander Alekhine
No hay cosa tan común en el mundo como hacerse insoportable con sus buenas cualidades.
Antoine François Rondelet
La poesía de mañana, después de la catástrofe del mundo, habrá de ser reflejo del temblor universal.
Enrique Martinez
No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior.
Friedrich Nietzsche
porque, verás, será como tenga que ser, porque es como suele ser. De hecho, casi siempre es así.
Jonas Jonasson
En el territorio nacional se persigue y se asesina a los izquierdistas (intelectuales, políticos, alcaldes); en el republicano, a los derechistas (políticos, terratenientes, aristócratas, clérigos, militares fascistas). Se producen episodios escalofriantes propios de la peor España profunda.
Juan Eslava Galán
¡Ay, cuántos en nuestra edad por la brecha de la duda se abisman en la impiedad!
Juan Eugenio Hartzenbusch
La gente interfiere con la naturaleza y por mucho que lo intentan, no pueden curar las heridas que causan.
Masanobu Fukuoka
Es muy difícil saber todo lo que hace falta, y mucho más difícil ignorar todo lo que hace falta ignorar.
Noel Clarasó
A mí el chino me suena de lo más estridente, vamos, te taladra el cerebro... ¿No los has visto en las cocinas de los restaurantes? ¡De lo más desagradable!
Penélope Cruz
El destierro no ha corregido nunca a los reyes.
Pierre Jean de Beranger
Nos incumbe a nosotros defender, no sólo el socialismo, no sólo la revolución, sino también la paz mundial... La paz es la revolución mundial del proletariado. Hay una sola manera de imponer y salvaguardar la paz: ¡la victoria del proletariado socialista!
Rosa Luxemburgo
No existe ningún punto de partida si no se sabe bien a donde ir.
Sigmund Freud
Él no quería ir al médico. No noto nada. No me duele nada. Y entretanto los ganglios linfáticos ya tenían el tamaño de un huevo de gallina. Le metí a la fuerza en un coche y lo llevé a la clínica. Lo mandaron al oncólogo. Un médico lo examinó, llamó a otro. Mira, otro de Chernóbil. Y ya no lo dejaron marchar.
Svetlana Alexijevich