Los locos, cuando salen de un vicio, caen en el opuesto.
Horacio
Adoro el trabajo que hago. Es un privilegio ayudar a la gente que lo necesita.
Bono
No tengo miedo a caminar sólo por este mundo.
Gerard Way
El odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infligimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica.
Haruki Murakami
La tradición incapacita y entorpece la mente de manera inevitable.
Jiddu Krishnamurti
Un amigo irrumpe en su casa para anunciarle que ya se firmo el armisticio. - ¡Bah!- comenta Luder. Ya te darás cuenta que la paz solo consiste en cambiar la guerra de lugar.
Julio Ramón Ribeyro
Fue genial estar allí con un buen amigo.
LeBron James
¡La pluma! Ese poderoso instrumento de los hombres insignificantes.
Lord Byron
Cada lector se encuentra a sí mismo. El trabajo del escritor es simplemente una clase de instrumento óptico que permite al lector discernir sobre algo propio que, sin el libro, quizá nunca hubiese advertido.
Marcel Proust
Es importante enseñar a estudiar por cuenta propia, a buscar por cuenta propia, a asombrarse.
Mario Bunge
Expresar las emociones humanas más elementales. La tragedia, el éxtasis, el fatalidad del destino...
Mark Rothko
No es la blancura de los cabellos la que comunica prudencia.
Menandro
Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta.
Orson Welles
Se que hay pobres con dinero, ricos que duermen en el suelo. Se que hay quien sueña en un cajero, se que quiero, se quien soy... Se que vendo y se que doy.
Rosana
Todos podemos pelear batallas de un solo día. Es cuando añadimos la carga para dos días incontrolables, ayer y mañana, cuando nos agobiamos.
Steve Maraboli
Alguien tiene que morir para que el resto de nosotros deberíamos valorar más la vida.
Virginia Woolf