Sembrad varias semillas de la misma especie vegetal en terrenos y climas distintos; dejadlas que germinen, crezcan, fructifiquen y se reproduzcan indefinidamente, cada cual en un distinto suelo: cada una se adaptará a su terreno propio, y tendréis así diversas variedades de la misma especie, tanto más diversas cuanto más diferentes sean entre sí las condiciones de cada clima.