¡Oh, figura femenina, cuán gloriosa eres!
Hildegarda de Bingen
El corredor llega a home muerto de la risa.
Alfonso Lanzagorta
No suele ser la riqueza de la virtudcompañera.
Alonso de Barros
Una cosa sobre todo hace sugestivo el pensamiento humano: es la inquietud.
Anatole France
La tolerancia frente a la intolerancia es el peor de todos los crímenes. Ni siquiera la intolerancia es tan grave.
Arthur Schnitzler
Cuando no tengas nada que decir, no digas nada; una defensa débil fortalece a tu oponente, y el silencio es menos perjudicial que una mala respuesta.
Charles Caleb Colton
Si te propusieras la meta de convertirte en experto en tu negocio, de inmediato empezarías a hacer todo tipo de cosas que ahora no haces.
Daniel H. Pink
El hoy hace que el ayer signifique.
Emily Dickinson
Silencio. ¡Cuán bello el silencio! Pero hay que aquietar este mundo interior. Hay muchos que gritan ahí dentro. El silencio es una conquista. No es el ruido externo lo que nos aturde; es el grito de las pasiones. No es aislarse; es desprenderse; el silencio no es un don sino un fruto difícil. Este silencio físico es apenas un medio para acallar la propia algarabía.
Fernando González Ochoa
La imitación es la forma más sincera de hacer televisión.
Fred Allen
Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.
George Bernard Shaw
Dios tiene que pensar que soy un tío cojonudo. Lo tiene que pensar, si no, no me daría tanto.
José Mourinho
... puesto que los hombres aman según su voluntad y temen según la voluntad del príncipe, un príncipe debe depender solo de lo que es suyo y no de lo que es de otros, solo tiene que ingeniárselas para no ser odiado...
Nicolás Maquiavelo
Cuando más logra usted aumentar el miedo a las drogas y el crimen, las madres desamparadas, los inmigrantes y alienados, más controla a toda la gente.
Noam Chomsky
Hacia tus pies resbalo, a las ocho aberturas, de tus dedos agudos, lentos, peninsulares, y de ellos el vacío de la sábana blanca caigo, buscando ciego y hambriento tu contorno de vasija quemante.
Pablo Neruda
Hierve la sangre juvenil, se exalta lleno de aliento el corazón, y audaz el loco pensamiento sueña y cree que el hombre es, cual los dioses, inmortal.
Rosalía de Castro