De todas las miserias del hombre, la más amarga es ésta: saber tanto y no tener dominio de nada.
Heródoto
Cuando las decisiones pueden debatirse con plena libertad, la razón empieza a desplazar a la riqueza como principal fuente de poder.
Al Gore
Busca la simplicidad, y la desconfianza.
Alfred North Whitehead
El arte puede no ser inteligente, el arte es disfrute.
André Derain
El corazón no habla pero acierta.
Anónimo
... los antiguos, y no sólo los judíos, sino también los paganos, solían referir a Dios absolutamente todo aquello por lo que alguien superaba a los demás.
Baruch Spinoza
Con tu lengua y con tus ojos, tú y yo juntos vamos a inventar de nuevo la historia. Lo que no quieren ellas, lo que no quiere nadie, es verte vivo de nuevo, es que volvamos a ser jóvenes, mientras ellas y todos están enterrados desde hace tanto tiempo.
Fernando del Paso
Los jueces deben evitar las interpretaciones difíciles y las influencias violentas, porque no hay tortura peor que la de las leyes; especialmente en el caso de las leyes penales, deben cuidar que lo que fue establecido para infundir miedo no se emplee para extremar el rigor.
Francis Bacon
Lo que mucho ocupa termina por preocupar.
Friedrich Nietzsche
Algo mejor andaba el mundo y andaban los hombres cuando la amistad tenía más importancia que el amor.
Jacinto Benavente
Si hay un principio grabado en cada átomo de la creación visible más profundamente que otro alguno, este principio no es la libertad, sino la ley.
John Ruskin
Estamos en la cúspide de este tiempo en el que puedo decir: Hablo como un ciudadano del mundo, sin que los demás digan: Dios, está como una cabra.
Lawrence Lessig
Solo podemos ver poco del futuro, pero lo suficiente como para saber que hay mucho por hacer.
Lena Valenti
El matrimonio es una de las formas de odiarse unos a otros en las personas de todas las clases sociales.
Lord Byron
La angustia es el precio de ser uno mismo.
Silvio Rodríguez
Ella es toda la paz, reservada, todos los deseos apasionados, el trueno elocuente de los soles nuevos, alegres, gritando en voz alta su alegría.
Stephen Vincent Benet