Ningún hombre es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba.
Heródoto
La institución tiene que estar del lado del pueblo y no del partido de Gobierno.
Alfredo de Angeli
Los sufrimientos de los demás, quienes quieran que fueran, despertaban de inmediato su compasión, disipando cualquier oscura nube que hubiera ocultado en su mente la bondad con la pasión o el prejuicio.
Ann Radcliffe
Es muy agradable comprobar que a uno se le recuerda todavía.
Antonio Buero Vallejo
El sabio no dice nunca todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
Aristóteles
No, no se puede salir por puertas que en las paredes están sólo pintadas.
Clara Janés
No se trata de triunfar en la vida, sino de ir triunfando.
Doménico Cieri Estrada
Nos morimos sin dejar nada, salvo recuerdos y heridas involuntarias.
Fabrizio Mejía Madrid
El destino reparte cartas y tu juegas la mano que te ha tocado. No gimoteas, no te quejas.
J. M. Coetzee
Los chicos jóvenes no tienen ni idea de lo que hacen, pero lo hacen toda la noche. Referente a Jesús Lúz.
Madonna
De momento la inmortalidad sólo la han conseguido el plástico biodegradable y las prótesis que se llevan los muertos a las tumbas.
Manuel Vicent
Creo que gran parte de las enfermedades son el resultado de emociones reprimidas.
Paulo Coelho
Lo mejor de la vida es el pasado, el presente y el futuro.
Pier Paolo Pasolini
Las ciencias no son sectarias. Las personas no se persiguen unas a otras por cuenta de desacuerdos en matemática. Las familias no se dividen acerca de la botánica, y la astronomía no tiende a hacer a un hombre odiar a su padre y a su madre. Nos perseguimos unos a otros sobre lo que desconocemos.
Robert G. Ingersoll
Las grandes almas pasan inadvertidas, se ocultan; generalmente, sólo dejan trascender un poco de originalidad. Hay más almas grandes de las que pudiera creerse.
Stendhal
A mi perro Pimperl dele usted una porción de tabaco español, un buen pan y tres besitos.
Wolfgang Amadeus Mozart