Llama al pasado, llama al futuro: ¡Ambos se hallan en ti!
Hermann Hesse
A todo mundo le cae bien un gracioso, pero nadie le presta dinero.
Arthur Miller
Terminado, el libro empieza.
Carlos Fuentes
El hombre no tiene enemigo peor que él mismo.
Cicerón
Yo no procuro el conocer de las preguntas; procuro conocer las respuestas.
Confucio
Se sabe cuan poco dura en la mujer la ardiente llama del amor, cuando la mirada y la mano, no son capaces de avivarla de continuo.
Dante Alighieri
Claro que me pago mis trajes, yo me pago mis trajes.
Francisco Camps
El dolor es inevitable en el paso por esta vida, pero dicen que casi siempre es tolerable si no se le opone resistencia y no se agregan miedo y angustia.
Isabel Allende
Estoy cansado de luchar. Siempre he sabido que no puedo ser una estrella de acción toda mi vida.
Jackie Chan
Los jinetes, dispersándose por todo el terreno que era seguro, lo iban quemando, y los peltastas, que iban en paralelo por las cimas, incendiaban todo cuanto veían que era combustible, y el ejército, también, si topaba con algo que quedaba a un lado, de manera que el país entero parecía arder y el ejército ser muy grande.
Jenofonte
La única razón por la que soy una estrella es por mi represión. Nada más me habría habría llevado ahí si yo fuera 'normal'.
John Lennon
La exigencia de lograr los mismos beneficios que Cataluña del resto de comunidades es una excelente excusa para negar peticiones de todo tipo referentes a nuestra autonomía, ya que el Gobierno central se ve forzado a vetar el traspaso de competencias a Cataluña para no tener que hacer lo mismo con el resto de comunidades.
Jordi Pujol
La revolución, señores, era inevitable desde que todos los resortes constitucionales, todos los medios de reparación, que constituyen los derechos y las libertades del pueblo, habían sido aniquilados y desconocidos por sus gobernantes.
Leandro Alem
Si algún día tuviera que analizar a un entrenador, prescindiría del resultado, examinaría el método.
Marcelo Bielsa
Ese gallo quiere maiz.
Porfirio Díaz
Las traducciones aumentan los defectos de una obra y ensombrecen sus bellezas.
Voltaire