Cuarenta años después de una batalla, es muy fácil para un no combatiente razonar acerca de cómo debería haberse peleado. Es muy distinto dirigir personalmente la acción bajo el fuego, mientras se está envuelto en su oscuro humo.
Herman Melville
Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad.
Albert Camus
El aventurero actual ha aprendido a contentarse con sombras de emoción. La televisión y el cine son sus melancólicos proveedores de asombro.
Alejandro Dolina
La gente achaca sus males a la generación anterior, porque sólo le queda otra opción.
Anónimo
Vemos a los coches haciendo el trenecito.
Antonio Lobato
Las preguntas son como los golpes de mendigos, no deben tenerse en cuenta.
Brian O'Nolan
Lo único que lamento es que nunca tendré tiempo para leer todos los libros que quiero leer.
Françoise Sagan
No es la revolución raudal de plata que fertiliza la extendida vega: es sorda inundación que se desata. No es viva luz que se difunde grata sino confuso resplandor que ciega y tormento o vértigo que mata.
Gaspar Núñez de Arce
Con el fin de crear debe haber una fuerza dinámica, y ¿qué fuerza es más potente que el amor?
Igor Stravinski
El hechizo que trataré de enseñarte es magia muy avanzada... Bueno, muy por encima del Nivel Corriente de Embrujo.
J. K. Rowling
Mentiras aguardan a aquel que usa la mente y el alma para gobernar los hechos insulsos de la diminuta y vencida prepotencia.
Ji Hu
La muerte es el final inevitable, nunca inútil para los que vivieron mal y nunca nociva para los que vivieron bien.
Leon Battista Alberti
La moral que no tiene por objeto la felicidad es una palabra vacía de sentido.
Ludwig Feuerbach
Como ya dije, a veces me traicionan los nervios, pero una vez que decido algo, me mantengo firme en mi decisión, para bien o para mal.
Natsume Sōseki
En el fondo hay tantas religiones como individuos.
Otl Aicher
Una vez que el primer hombre hubo descubierto la posibilidad de mejorar su destino en la tierra estaba literalmente en sus manos, mediante el trabajo, no puede haberle resultado indiferente el que otro hombre trabajara con el o contra el. El otro hombre adquirió para el, el valor de un compañero de trabajo con quien resultaba útil convivir.
Sigmund Freud