No ve el cielo negro y el mar encolerizado, no nota las tablas agitadas, y bien poco escucha ni atiende al lejano rumor de la poderosa ballena, que ya, con la boca abierta, surca el mar persiguiéndole.
Herman Melville
En la vida no se puede tener todo; sin embargo, es necesario aspirar a ello, porque la felicidad no es una meta sino un estilo de vida.
Federico Moccia
A diferencia de la vejez, que siempre está de más, lo característico de la juventud es que siempre está de moda.
Fernando Savater
¡Cuán venturosos son aquellos que cultivan sus hortalizas! Porque tienen un pie siempre en tierra y el otro tampoco está lejos... ¡No hay mansión más divina y señorial que el establo de las vacas.
François Rabelais
Quien busca no halla, pero quien no busca es hallado.
Franz Kafka
Escéptico es aquel que duda de todo, pero debería haber añadido, o que niega la realidad y la verdad de las cosas.
George Berkeley
Seré un desgraciado, pero no un desgraciado cabrón.
George Clooney
Por lo que respecta a las masas, los extraordinarios cambios de opinión que ocurren a cada instante, las emociones que pueden abrirse y cerrarse como un grifo, son el resultado de la hipnosis a la que las someten los periódicos y la radio.
George Orwell
¿Qué consume la información? Consume la atención de sus destinatarios. En consecuencia, una riqueza de información crea pobreza de atención, y la necesidad de asignar de manera eficiente la atención que entre la sobreabundancia de fuentes de información que se pueda consumir es primordial.
Herbert Simon
Todo el mundo quiere llegar a viejo, pero nadie quiere serlo.
Martin Held
No soy ni primer ministro, ni presidente, ni rey. No ocupo ningún cargo en Libia. Es por ello que no tengo que renunciar a ninguna función.
Muamar el Gadafi
Y yo como siempre opto por encogerme y tender así a desaparecer al norte de mi.
Nacho Vegas
Saber proponer lo efímero se ha convertido en una de las mayores virtudes de nuestro tiempo.
Pierre Sansot
Yo soy un cacho de Buenos Aires.
Tita Merello
El pensamiento se hace en la boca.
Tristan Tzara
Como primer plato se sirvió un pescado extraído de un arroyuelo que corría sobre arena dorada, al pie de una colina bastante alta. El pescado era asado a medida que lo iban capturando y se sazonaba luego con finas hierbas del monte Sina; ya que en la mansión del Emir todo era tan piadoso como excelente.
William Beckford