El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás.
Herbert Spencer
Todo poder es provisional, siempre llegará el último día.
Albert Jacquard
La vida es luces y sombras, y a todos nos va a llegar la hora de enfrentar dificultades y el dolor ajeno.
Andrés Calamaro
La educación hace de cada uno de nosotros una pieza de una máquina y no un individuo.
August Strindberg
Hombre virtuoso y santo es el que da a cada caso aquella medida de amor que le corresponde.
Carlos Cortés Lee
Hesíodo, cuyos escritos juntamente con los de Homero contenían el sistema canónico de los cielos, supone que dioses y hombres han surgido por igual de fuerzas desconocidas de la naturaleza.
David Hume
Suicidarse es subirse en marcha a un coche fúnebre.
Enrique Jardiel Poncela
Superando el horizonte nacionalista contemporáneo, propuso la Federación de Estados Europeos, como instrumento político para evitar las guerras y asegurar la paz mundial.
Felipe González
Me encanta cantar y me encanta tomar whisky. La mayoría de las personas prefieren escucharme tomar whisky.
George Burns
Tanto me satisface mi hermosura que en otro amor jamás ni pensaré ni buscaré ternura.
Giovanni Boccaccio
El camino al cielo se encuentra tan cerca del agua como de la tierra.
Jeremy Collier
Si encontráramos la manera podríamos vivir mil veces más de lo que estamos viviendo por culpa de los relojes, de esa manía de minutos y de pasado mañana.
Julio Cortázar
Hoy, el poder público viene a ser, pura y simplemente, el consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.
Karl Marx
Si nuestros padres han concurrido con sus esfuerzos a la conquista del derecho y de la libertad en una gran parte del continente Sud Americano, nosotros tenemos el deber de enseñar y difundir ese derecho.
Leandro Alem
Las palabras eran comunes, pero ¡El tono! ¡Y la sonrisa que las acompañó! Ana sintió que su corazón latía de un modo extraño.
Lucy Montgomery
(Amor) no es Deidad, sino quimera que inventaron las delicias, para honestar las flaquezas.
Pedro Calderón de la Barca