La guerra es el padre y el rey de todas las cosas.
Heráclito
Quiero vivir tan sólo para el amor del hombre y como artista. Como amante, como creadora. Nada de maternidad, de inmolación, de generosidad. La maternidad sería otra vez la soledad: dar, proteger, servir, entregarse.
Anaïs Nin
En amistad, como en amor, no se vuelve con placer más que a los seres con los cuales nos está permitido ser nosotros mismos sin rigidez y sin mentira.
André Maurois
Ahora no pido más, ¡ahora lo exijo!
Aparicio Saravia
No tengo más enemigos que los del Estado.
Cardenal Richelieu
Los aficionados del Real Madrid ya no creen en la prensa. Ellos saben lo que es verdad y lo que no.
Florentino Pérez
Ningún ser humano, pasando la edad irracional de la niñez, querrá conscientemente matar a alguna criatura que mantiene su vida de la misma tierra que él.
Henry David Thoreau
No he matado a nadie sólo erré un penalti.
Juan Román Riquelme
¡Varo, devuélveme mis legiones!
Julio César
La pesquería es un negocio de hombres, es un negocio en el que la iniciativa y la decisión del hombre son vitales, y hemos demostrado en nuestro país que la iniciativa de la empresa privada es la que ha permitido lo que se ha dado en llamar el milagro de la pesquería peruana.
Luis Banchero Rossi
Identificar claramente los amigos y los enemigos de las fuerzas populares es un punto de partida indispensable para una política revolucionaria. Toda confusión, la confianza en los enemigos y el alejamiento de los amigos constituyen un debilitamiento enorme para la clase obrera y el pueblo.
Mario Roberto Santucho
Las pinturas más audaces, las descripciones más osadas, las situaciones más extraordinarias, las máximas más espantosas, las pinceladas más enérgicas tienen el sólo objeto de obtener una de las más sublimes lecciones de moral que el hombre haya recibido nunca.
Marqués de Sade
Cuando desaparece el hototogisu. Una Isla.
Matsuo Basho
Tú que vendes tu vino por dinero, ¿qué podrás comprar con el dinero que sea mejor que la embriaguez del vino?
Omar Jayam
Muchos pocos hacen un mucho.
Proverbio
No podemos aceptar la ocupación de un solo milímetro cuadrado de suelo serbio. No empezamos esta guerra, no declaramos esta guerra. La guerra fue comenzada y nos fue declarada por los mismos que lo hicieron en 1914 y 1941, junto con el Imperio Austrohúngaro y los fascistas alemanes, unidos contra los serbios.
Ratko Mladić