La capacidad de convertir ideas en cosas es el secreto del éxito.
Henry Ward Beecher
El mundo corporal no pasa de ser secundario; podría dejar de existir, o no haber existido nunca, sin que se alterase la esencia del mundo espiritista.
Allan Kardec
Un verdadero liberal se distingue no tanto por lo que defiende sino por el talante con que lo defiende: la tolerancia antidogmática, la búsqueda del consenso, el diálogo como esencia democrática.
Bertrand Russell
La temeridad acompaña a la juventud, como acompaña la prudencia a la vejez.
Cicerón
La palabracasualidad carece de sentido, y fue inventada no más que para expresar la ignorancia humana sobre ciertas cosas. La vida, en su progresivo desarrollo, revela un designio inteligente.
Giuseppe Mazzini
Sabían reírse del mundo sin odio y sin amargauras.
Jacinto Benavente
Un hombre que está con Dios, está siempre en mayoría.
John Knox
Comer bien, dormir bien, ir donde se desea, permanecer donde interese, no quejarse nunca y, sobre todo, huir como de la peste de los principales monumentos de la ciudad.
Jules Renard
En esta regeneración política y social, el ejército ha hecho causa común con el pueblo.
Leandro Alem
En un partido revolucionario, debe combinarse la dosis necesaria de conservatismo con la ausencia total de rutina; la flexibilidad de orientación y la audacia en la acción.
León Trotski
Hija mía, las penas y tentaciones de tu vida comienzan ahora y quizá sean muchísimas, pero puedes vencerlas a todas si aprendes a sentir la fuerza y ternura de tu Padre celestial como sientes la de tu padre terrestre.
Louisa May Alcott
La filosofía es una preparación para la muerte, y el filósofo el hombre que está maduro para ella.
María Zambrano
La alegría es una emoción intensa y profunda, un sentimiento exaltante de plenitud experimentado por toda la conciencia; se puede comparar con la embriaguez, con el arrebato, con el éxtasis.
Michel Houellebecq
Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir.
Miguel de Unamuno
Ahora debo callar, ya que no me queda fuerza suficiente contra tanto mal.
Salvador Espriu
Ninguna ley es cómoda para todos.
Tito Livio