Todo hombre tiene sus penas secretas que el mundo no conoce. Por eso a veces acusamos de frialdad a un hombre que en realidad, sólo es un hombre triste.
Henry Wadsworth Longfellow
Cuando caminan, cabalgan a lomos de mula vieja, y no conocen la prisa ni aún en los días de fiesta. Donde hay vino, beben vino; donde no hay vino, agua fresca. Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan, y en un día como tantos descansan bajo la tierra.
Antonio Machado
La vida nunca es estancamiento. Es movimiento constante, movimiento sin ritmo, pues nosotros como cambiamos constantemente. Las cosas viven moviéndose y ganan fuerza mientras lo hacen.
Bruce Lee
No es la contaminación la que esta dañando el ambiente. Son las impurezas en nuestro aire y nuestra agua las que lo están haciendo.
Dan Quayle
Si izquierda significa estar contra el orden social existente y derecha a favor, la socialdemocracia es sin duda una corriente de izquierda.
Fernando Henrique Cardoso
Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una.
Francisco de Quevedo
Te sumé a mi vida. Y la multipliqué.
José Narosky
El miedo es saber que el precio de la rebelión y el pensamiento es la muerte.
José Pablo Feinmann
La verdadera razón no está libre de todo compromiso con la locura; por el contrario, debe seguir los caminos que ésta le señala.
Michel Foucault
Salamanca, Salamanca, renaciente maravilla, académica palanca de mi visión de Castilla.
Miguel de Unamuno
El artista tiene que ser genio para algunos e imbécil para otros. Si pudiera ser imbécil para todos, mejor todavía.
Nelson Rodrigues
Acogeré la felicidad porque engrandece mi corazón; pero también soportaré la tristeza porque descubre mi alma.
Og Mandino
Las palabras son inútiles, tercas, retorcidas como tornillos que no entran rectos. Y me cansan. Pero son lo único que tengo.
Roger Wolfe
Magia es probar a saltar sin mirar, es caer y volver a empezar.
Rosana
Su método de armonía era de una sumaria sencillez. Estableció tablas de acordes para todas las tonalidades posibles, con ayuda de las cuales cualquiera podía componer, sin esfuerzo, canciones a cuatro o cinco voces, y suscitó de este modo en la comunidad un verdadero frenesí de composición musical.
Thomas Mann
¡Yo, que no conozco otra cosa, ni sé, ni tengo más que a ella!
Ugo Foscolo