Cada mañana es un misterio; la primera juventud del mundo, la resurrección del hombre, el brote del futuro, todo ello se envuelve en sus amaneceres.
Henry Vaughan
Soy apasionado en mis reacciones, en mis arrebatos. A veces me levanto con el pie izquierdo.
Alejandro Sanz
... el arca de la alianza, en las grandes batallas de cuyo resultado dependía la victoria o la ruina de todo el pueblo, iba en medio del ejército, para que el pueblo, viendo presente, por así decirlo, a su rey, combatiera con todas sus fuerzas.
Baruch Spinoza
Intento no aferrarme a la vida, lo cual, de algún modo, es mi trabajo cotidiano.
Carlos Cristos
Cásate con una mujer de tu igual, porque si la eliges más rica o más noble, los suyos serán tus amos.
Cleóbulo de Lindos
El ajedrez es imaginación.
David Bronstein
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
Erasmo de Róterdam
El maestro no perderá nunca su prestigio por ser severo a su debido tiempo. Al contrario, tal prestigio se alcanzará de ese modo.
Fernán Caballero
La ventaja de tener mala memoria consiste en que se goza muchas veces con las mismas cosas.
Friedrich Nietzsche
Donald siempre dijo que sólo podía haber una estrella en la familia, y saben qué, en aquel entonces no me importaba que él fuese esa estrella.
Ivana Trump
Y no sé si tenemos que cruzar algún otro río; ahora bien, en cuanto al Éufrates, sabemos que es imposible cruzarlo si los enemigos lo impiden. Y es cierto que, si hay que combatir, no tenemos jinetes aliados; en cambio, la mayoría de los enemigos son jinetes y de muchísima valía; de manera que, aun venciendo, ¿A quién podríamos matar? Y si nos vencen, a nadie le será posible salvarse.
Jenofonte
El optimismo es un elemento vigorosamente constructivo, cuya influencia en el individuo equivale a la del sol en la vegetación.
Orison Swett Marden
Escoge a una mujer de la cual puedas decir: hubiera podido escogerla más bella, pero no mejor.
Pitágoras
Para escribir este libro he usado el lenguaje mesurado y sobrio del testigo, no el lamentoso lenguaje de la víctima ni el iracundo lenguaje del vengador: pensé que mi palabra resultaría tanto más creíble cuanto más objetiva y menos apasionada fuese; sólo así el testigo en un juicio cumple su función, que es la de preparar el terrero para el juez. Los jueces sois vosotros.
Primo Levi
¡Ay de Dios, que tu palabra me tiene embrujada el alma!
Ramón López Velarde
Todos recomendamos la virtud que nos es propia, y reprendemos el vicio en que hemos caído.
Séneca