No hay mejor alegría que la que mejor alegría difunde entre los demás.
Henry F. Hoar
Hagamos mea culpa que también nos dormimos y casi nos hacen cartera como el yacaré, carajo.
Alfredo de Angeli
Al principio creí que se había vuelto loco, pero al regresar a casa no encontré ninguna alteración en su conducta excepto la que se debía claramente al miedo de ser castigado.
Ambrose Bierce
Los grandes hombres, sólo con existir, emiten una luz que ilumina a quienes están a su alrededor. Y cuando esta luz se apaga proyecta una sombra pesada, irremediable.
Banana Yoshimoto
A partir de hoy, los latinos y los romanos son la misma gente, unidos en Dios y es con la ayuda de Dios, que hemos de salvar Constantinopla.
Constantino XI
¿El azar? Es Dios tras el anónimo.
Edouard Pailleron
Todo por embarrar el recuerdo de Marisa contra los muslos de otras.
Fabrizio Mejía Madrid
¿Que virtudes le encuentras a la España de ahora?
Fernando Sánchez Dragó
Honra quien pide: Es que cree en la virtud de quien da.
José Martí
Pido a las generaciones futuras que algún día reivindiquen mi nombre, ya que muero como un bandido en tierra extraña.
José Miguel Carrera
Un ejército de técnicos, actores guionistas... están aquí para hacer una historia de Cristo. ¡Ave César! Es nuestro gran estreno del año. Por eso es importante estar seguros de que no ofenderá a ningún norteamericano razonable.
Josh Brolin
Soñar: luz que se disuelve. Sortilegio.
Marlene Pasini
El ministro debe morir más rico de buena fama y de benevolencia que de bienes.
Nicolás Maquiavelo
La tragedia de la vejez estriba, no en que uno sea viejo, sino en que uno es joven.
Oscar Wilde
A nivel de estadística es tan, tan, no sé que adjetivo utilizar, tan... tan descomunal que hay gente que cuando baja el nivel 2 o 3 jornadas quieren criticarle. Raúl tiene 7 vidas y volverá a resurgir. Raúl es tan grande que sólo él decidirá cuando no quiere más. Aconsejo a los analistas que no le den por muerto, porque cuando Raúl quiera resurgirá y se van a tener que comer sus palabras.
Raúl González Blanco
Mis manos, mis pies, a los grandes sueños habéis encadenado.
Roberto Obregón