Las cosas no cambian; cambiamos nosotros.
Henry David Thoreau
Presiento que tras de las tormentas, el año que no ha llegado aún, tomará mi destrozado yo y lo llenará de nuevas enseñanzas.
Borís Pasternak
Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer, los que están en los diarios pueden desaperecer, la persona que amas puede desaparecer. Pero los dinosaurios van a desaparecer.
Charly García
Todo lo inútil es malo y debe suprimirse.
Constancio C. Vigil
La mezcla tóxica de religión y tribalismo ha llegado a ser tan peligrosa como para justificar tomar en serio el punto de vista alternativo, que el humanismo basado en la ciencia es el antídoto eficaz, la luz y el camino en última instancia ante nosotros.
Edward Osborne Wilson
Pero en el espíritu, al que lo infinito dotó de alas, el sueño es más real que todas las verdades. El mundo no es; se crea cada vez que el estremecimiento de un principio atiza las ascuas de nuestra alma. El yo es un promontorio en la nada que sueña con un espectáculo de realidad.
Emil Cioran
Mi música es como una película para su oído.
Frank Zappa
Estuve tan ocupado escribiendo la crítica que nunca pude sentarme a leer el libro.
Groucho Marx
Te has hecho mayor, en el sentido espiritual mayor. Más madura, más tranquila.
Javier Cámara
A mí no me mires, yo tengo las manos limpias. Metafóricamente.
Johnny Depp
La mayoría de la gente no sabe lo que es el verdadero amor. El verdadero amor es incondicional.
Madonna
Un hombre que ve el mundo de la misma a los cincuenta como lo hizo a los veinte años se ha desperdiciado treinta años de su vida.
Muhammad Ali
Unos hombres impíos que aparentan ser virtuosos. En toda la cristiandad los devotos siempre han tenido mucha fe y esperanza en las reliquias. Hay un vasto y ricocomercio de tales objetos y una mortal competencia.
Noah Gordon
Moverte en una nueva dirección te ayuda a encontrar Queso Nuevo.
Spencer Johnson
Los problemas de la Union Europea no tienen un origen económico sino político.
Vladímir Putin
Fue, como si la ciudad, en su convulsión y su desgracia, hubiera generado espontánea y necesariamente ese minúsculo universo del alma, unas pocas ventanas intactas cegadas con pintura negra. Nadie quería ver la ciudad destrozada.
William Gibson