Declaro llanamente mi guerra al Estado, a mi modo, aunque seguiré haciendo uso y obteniendo cuantas ventajas pueda de él, como es habitual en estos casos.
Henry David Thoreau
Las ideas contrarias clarifican las propias.
Alejandro Carrión
Guárdate de las mujeres hasta los veinte años y aléjate de ellas después de los cuarenta.
Alejandro Dumas
Al final de tu vida, nunca te arrepentirás de no haber superado una prueba, no ganar un veredicto o no cerrar un acuerdo. Lamentarás el tiempo que no has pasado con tu marido, tu amigo, tu hijo o tu padre.
Barbara Bush
La pereza camina tan despacio, que la pobreza la alcanza muy pronto.
Benjamin Franklin
Como el amor es al hombre, la música es a las artes y a la humanidad.
Carl Maria von Weber
Todos tenemos inseguridades.
Christina Ricci
No soy un águila, dice el avestruz, y todo el mundo admira su modestia.
Friedrich Hebbel
Dejar pasar los días y las semanas, devanando un presente sin futuro, era lo instintivo, lo mismo que nuestros pulmones ejecutan el movimiento respiratorio siguiente mientras tienen aire disponible.
George Orwell
Quien hace el bien desinteresadamente siempre es pagado con usura.
Goethe
No he recibido del cielo un temperamento optimista. Nadie percibe en mayor grado que yo lo miserable que es la condición de la vida. No creo en nada, ni en mí siquiera, lo que no es corriente.
Gustave Flaubert
¿No le parece vergonzosa la forma en que esta gente se alababa a sí misma? -dijo-. ¿Quién sería lo suficientemente estúpido como para creerse los alardes de una persona acerca de sus propios productos?
Isaac Asimov
Honesto se es cuando cada palabra es una promesa.
Jorge González Moore
Padre, nuestro que estas en los cielos...
Marcelo Araujo
Quedó claramente de manifiesto cómo es el ser humano: es inteligente, sabio, sensato en todo cuanto se relaciona con los demás, pero no en lo que atañe a su propia persona. ¡Qué firmeza y prudencia hay en los consejos que da en los momentos difíciles!
Nikolái Vasílievich Gógol
El creyente tiene por pensables y discutibles muchas más cosas que el no creyente.
Robert Spaemann