Comprender es una palabra viva y la carne de esa palabra es amor.
Henri Barbusse
Temo que abusan de mi cerebro, ya de por sí poco brillante, y que no quedará nada de él después de la guerra.
Ana Frank
Felicidad es ese estado de consciencia que procede del logro de los propios valores.
Ayn Rand
Yo no hablé si no hasta los 3 años. Mi madre me llevó al psicólogo y él le dijo: Usted no se preocupe que su hija está recopilando información. Un día va a hablar y ya no va a parar.
Chenoa
Y, ciertamente, cuando consideramos cuán adecuadamente se vinculan entre sí la evidencia natural y la evidencia moral, y componen una sola cadena de inferencias, no tendremos reparos en admitir que son de una misma naturaleza y derivadas de los mismos principios.
David Hume
Reñida está la discreción con la verdad: como que la verdad es a menudo la indiscreción misma.
Emilia Pardo Bazán
¿Qué puede hacer el gobierno provisional? ¡Ay! Lo que se hace siempre en coyunturas parecidas: prometer y ganar tiempo. No faltaba más, y para dar a sus promesas más solemnidad, las fija en sus decretos.
Frédéric Bastiat
¿Pero acaso la ensoñación, por su propia esencia, no nos libera de la función de lo real?
Gaston Bachelard
El caso de Aznar me sacó bastante de quicio algunas veces y le zurré hasta en el cielo de la boca.
Iñaki Gabilondo
Si hay algo que ennoblezca a la juventud, es el miramiento y el respeto a los ancianos.
José Martí
Yo no tengo un restaurante con nadie. Pero tal vez Pep Guardiola tiene un restaurante en Oslo.
José Mourinho
Muddy Waters siguió tocando poderosamente hasta el día que murió. John Lee Hooker aun rockea como un hijo de puta, y es más heavy metal que cualquiera de estos chicos nuevos. Si lo que queres es heavy metal, habla con él y escúchalo tocar.
Keith Richards
Un barco que parecería grande en el río, sería muy pequeño en plena mar.
Séneca
El problema de tener una mente abierta es que la gente insiste en entrar dentro y poner allí sus cosas.
Terry Pratchett
He llegado, estoy en casa, en el aquí, en el ahora. Soy firme, soy libre. En mí mismo me refugio.
Thich Nhat Hanh
Al caer en la trampa de las circunstancias no he sollozado ni he gritado. Bajo los golpes del azar mi cabeza sangra pero está erguida.
William Ernest Henley