Por lo demás, no me han llamado la atención muchas cosas más: son sólo relatos inventados, y a mí no me gustan las ficciones.
Helene Hanff
Ni es tan malo ser esquivo, cuanto común y vulgar. Ni ofende mucho el negar si en la disculpa se acierta.
Alonso de Barros
No se puede esperar que la forma llegue antes que la idea, ya se esmerarán para estar juntas.
Arnold Schönberg
La crítica es un estudio por medio del cual los hombres se vuelven importantes y formidables a muy poco costo.
Ben Jonson
En el principio era el orgasmo, la utopía renovable a diario.
Carlos Monsiváis
No debemos olvidar, que el anarquismo no es para los ineptos del esfuerzo. No se nace anarquista, si no que se hace tal por razonamiento, por observación, por análisis y por sensibilidad, siempre es necesario el esfuerzo.
Émile Armand
Los nobles padres tienen nobles hijos.
Eurípides
Hay unas minorías mucho más amplias de lo que parece en el País Vasco y Cataluña que prefieren sentirse europeos antes que confesarse españoles.
Gustavo Bueno
Nadie ha caído en la bancarrota por subvalorar el gusto del público americano.
H. L. Mencken
La vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensoberbecidos de su mediocridad.
José Ingenieros
¡Oh perfecta criatura! No he podido veros sin admirar en vos al autor de la naturaleza y sentir mi corazón herido de ardiente amor hacia la más bella de las imágenes en que él se ha pintado.
Molière
No os entreguéis por demasiado tiempo a la cólera; una cólera prolongada engendra el odio.
Ovidio
Y del rumor de ajenas alegrías sólo ecos melancólicos me llegan.
Rafael Pombo
Hay alguien que intercepta esos mensajes que vienen a mí. Un técnico, dijo, un hombre llamado Arocena. Francisco José Arocena. Lee cartas. Igual que yo. Lee cartas que no le están dirigidas. Trata, como yo, de descifrarlas. Trata, dijo, como yo de descifrar el mensaje secreto de la historia.
Ricardo Piglia
Arthur London era un viejo amigo mío. Lo que me contó de su prisión, de las torturas... Fue un descubrimiento tremendo, patético.
Santiago Carrillo
El público es tan limitado, tan incapaz, que sólo ve aquello que se le enseña.
Stendhal