Me voy a la cama. Sé que tendré horribles pesadillas con enormes monstruos envueltos en togas académicas y blandiendo ensangrentados cuchillos de carnicero en cuyas hojas estarán grabadas las palabras Fragmento, Selección, Pasaje y Abreviado.
Helene Hanff
Un sentido temporal no es suficiente para darle significado a la vida humana, el hombre cuenta con un deseo de eternidad que lo trasmina.
Doménico Cieri Estrada
TodavÃa es cierto que el hombre es más singularmente humano cuando convierte los obstáculos en oportunidades.
Eric Hoffer
Un anónimo es deleznable y cobarde, rehuye la responsabilidad y es un modo libre e impune de calumniar.
Fernando de la Rúa
El año pasado hice Gestión y Marketing, pero este año nada, estoy parado, ya no se siente el forofismo que se siente cuando se esta en la grada.
Fernando Torres
El enamoramiento es el peor consejero del matrimonio.
Gregorio Marañón
El mayor castigo que puede imponerse a la envidia es el desprecio. Hacerle caso es permitirle saborear un sÃntoma de victoria.
Ignacio Manuel Altamirano
Más valdrÃa darles un golpe en la cabeza... Los muertos no cuentan cuentos.
John Wilson
El único sÃmbolo de superioridad que conozco es la bondad.
Ludwig van Beethoven
Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerÃan rápidamente si hubiera un poco de interés por La Patria.
Manuel Belgrano
El que huye puede volver a luchar.
Menandro
La sangre es para nosotros el sÃmbolo de la vida. Circula sin cesar por el cuerpo, desde la concepción hasta la muerte; pasa del cuerpo de la madre al del niño; bate las arterias en la vigilia como en el sueño; nunca interrumpe su curso. La sangre de los antepasados fluye a través de las generaciones, uniéndolas en un ingente conjunto, sometido al sino, al ritmo, al tiempo.
Oswald Spengler
Yo no busco; yo encuentro.
Pablo Picasso
Los tresamigos habÃan crecido juntos, escuchando las historias que contaba Cob e ignorando sus consejos.
Patrick Rothfuss
¿Como podrÃa regresar a Vallecas si me pongo esmoquin?
Santiago Carrillo
No enciendas tanto la hoguera contra tu enemigo que alcance a quemarte.
William Shakespeare