Hoy en día el amor es una cuestión de azar, el matrimonio una cuestión de dinero y el divorcio una cosa natural.
Helen Rowland
Alain, vuelve, te echo de menos.
Ayrton Senna
No dispares, tengo tu zapato.
Charlize Theron
La sangre de Cristo se vende por cucharadas.
Eduardo Galeano
Cuando yo frecuentaba a Guido Brunner él aún era embajador y nunca vi en la Embajada ninguna movida de convolutos. Lo que sí daba Brunner era unas fiestas muy fastuosas. Los eternos mendigos ilustres de la literatura íbamos allí a comer.
Francisco Umbral
Si el hombre no mata a dios, lo hará el diablo.
Jesse Eisenberg
Todo lo que hice lo saqué. No tengo cajas de trabajo sin realizar. No hay nada en el archivo. No puedo guardar nada a no ser que no me guste el sonido o vea que no funciona. Si se lo puedo cantar a un ingeniero, se lo puedo cantar a cualquiera.
John Lennon
Para lograr una sociedad justa se deben crear incentivos, en donde la honestidad y el hacer mejor las cosas, maximice la utilidad individual y colectiva.
Jorge González Moore
El futuro es un mero consuelo para cretinos, una esperanza de que la mierda que nos tragamos hoy habrá desaparecido mañana sin tener en cuenta de que la mierda, junto a la estupidez, es el único recurso renovable e inagotable.
Juanjo Braulio
Alimenta al hombre pequeño con palabras grandes.
Naguib Mahfuz
Se necesita poco para hacer las cosas bien, pero menos aún para hacerlas mal.
Paul Bocuse
Si vives correctamente los sueños vendrán a ti.
Randy Pausch
Realmente, el mundo esta poblado de brujas; unas más benignas, otras más implacables; pero el reino no solo de la fantasía, sino el de la realidad evidente pertenece a las brujas.
Reinaldo Arenas
Inmovilizar a los más débiles para venderlos en el mercado, los reyes comerciaban con sus súbditos; los vencedores, con los vencidos; y los tribunales, con los condenados.
Ryszard Kapuściński
Confiesa el delito el que huye del juicio.
Séneca
Guerra, asesinato, esclavitud, exterminación y libertinaje, ése ha sido una y otra vez el resultado de llevar la civilización y el santo Evangelio a las islas del mar y a los infieles sin ley.
William Edward Burghardt Du Bois