La universidad no es el lugar para ir a por ideas.
Helen Keller
Si el artista sólo copiase la naturaleza, el mejor artista sería el espejo.
Anónimo
Cuando las estrellas bajan, ¡qué triste es bajar los ojos para verlas!
Antonio Porchia
Por amor a Dios y al prójimo, por amor a la justicia, el cristiano debe ser justo también en el decir, en un mundo en que tanto se maltrata con las palabras.
Francisco Fernández-Carvajal
Nada sabéis, si sólo sabéis mandar, reprender y corregir.
François Fénelon
El que no ha sufrido no sabe nada; no conoce ni el bien ni el mal; ni conoce a los hombres ni se conoce a sí mismo.
Escuchar es un esfuerzo, y sólo escuchar no es mérito. Un pato oye también.
Igor Stravinski
El fútbol es igual en todas partes. Yo he jugado muchos partidos en Primera. Además, nuestra Liga es de las mejores del mundo aquí los jugadores tienen más calidad, pero es algo a lo que te acostumbras rápido.
José Antonio García Calvo
Los que nos hemos dedicado a Dios, nada hemos perdido.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Mi verdadero terror es que se haga realidad la ficción, donde, en una sociedad de bárbaros polarizada, los ricos se parapetan detrás de alambre de púa, rejas de a lta tensión, muros con astillas de vidrio y vigilantes armados, mientras que alrededor, en medio de paisajes pesadillescos, los marginados vagabundean y roban.
Manfred Max-Neef
El verdadero amor crea una relación lícita, no reprobable.
Naguib Mahfuz
Hay defectos, enfermedades y trastornos que pueden desempeñar un papel paradójico, revelando capacidades, desarrollos, evoluciones, formas de vida latentes, que podrían no ser vistos nunca, o ni siquiera imaginados en ausencia de aquéllos.
Oliver Sacks
Déjame ver sin ti, falaz amigo, el perfecto color de las tinieblas.
Sara De Ibáñez
La humanidad ha estado peleando contra plagas desde el inicio. Nos patean el trasero por un tiempo. Luego, atacamos de vuelta.
Scott Wilson
Las palabras pueden ser falsas, los suspiros son el lenguaje natural del corazón.
Thomas Shadwell
Los que no hayan pasado por una experiencia similar difícilmente pueden concebir el conflicto mental destructor del alma ni los conflictos de la fuerza de voluntad que experimenta un hombre hambriento.
Viktor Frankl