Muchos de los líderes de la Acción Católica fueron encarcelados, como también militantes obreros y de los sindicatos rurales, además de miembros del Congreso, escritores y periodistas, de modo que yo debía tener el coraje de hablar como Arzobispo de Recife sobre la importancia de la libertad, de la justicia y de la verdad en esa hora decisiva.