Los ángeles lo llaman placer divino; los demonios, sufrimiento infernal; los hombres, amor.
Heinrich Heine
Hoy como entonces ante ti permanezco inmóvil, mar, mas no me creo digno ya de la solemne admonición de tu aliento.
Eugenio Montale
La vida es un espejo y no vemos prójimo más que en nuestro propio reflejo.
Florence Scovel Shinn
Nunca se tiene la libertad de amar o de dejar de amar.
François de La Rochefoucauld
La libre elección de amos no suprime ni a los amos ni a los esclavos. Escoger libremente entre una amplia variedad de bienes y servicios no significa libertad si estos bienes y servicios sostienen controles sociales sobre una vida de esfuerzo y de temor, esto es, si sostienen la alienación.
Herbert Marcuse
Un discípulo de quien jamás se pide nada que no pueda hacer, nunca hace todo lo que puede.
John Stuart Mill
La guerra, como la mujer, sirve para probar a los hombres.
Jorge Luis Borges
Si fuese en nuestro poder tornar la cara fermosa corporal, como podemos hacer el alma tan gloriosa angelical, ¡qué diligencia tan viva tuviéramos cada hora, y tan presta, en componer la cativa, dejándonos la señora descompuesta!
Jorge Manrique
No tenía ganas de nada. Sólo de vivir.
Juan Rulfo
La gente ignora las cosas que influyen en sus acciones, aunque raramente se siente ignorante.
Malcolm Gladwell
Si no pudiera llegar al cielo más que en grupo, no iría allí en modo alguno...
Morris West
Amo el amor que se reparte en besos, lecho y pan. Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz. Amor que quiere libertarse para volver a amar. Amor divinizado que se acerca Amor divinizado que se va.
Pablo Neruda
El entonces se repite sin cesar en el ahora, y el allá se repite en el aquí. Y, como por otra parte, a pesar de los más desesperados esfuerzos, no se ha podido representar un tiempo finito ni un espacio limitado, se ha decidido creer que el tiempo y el espacio son eternos e infinitos con la esperanza de conseguir una explicación un poco más perfecta.
Thomas Mann
Antes de postrarte en oración, lanza de ti cuando puede embarazar el vuelo de tu espíritu.
Tomás de Kempis
¡Oh, padre mío! ¡Qué abismo de brujería se esconde en la pequeña esfera de una sola lágrima!
William Shakespeare
Con el persuasivo lenguaje de una lágrima.
Winston Churchill