Dios nos ha dado la lengua para que podamos decir cosas amables a nuestros amigos y duras verdades a nuestros enemigos.
Heinrich Heine
Siento las cosas de modo distinto a cuando las digo.
Ana Frank
Un buen día me levanté y me dije: ¡Qué coño pinto yo aquí!, y se acabó
Ángel Nieto
Ya te vas y me siento como helada, en qué me equivoqué, ya no entiendo nada, si soy una mujer dueña de su tinta dueña de su papel.
Celeste Carballo
Quienes cruzan el mar cambian de cielo, pero no de alma.
Horacio
La amistad del hombre es con frecuencia un apoyo; la de la mujer es siempre un consuelo.
Jean Paul
Los tacos son cultura. Son capaces de precisar emociones que muchas otras palabras no pueden.
Juan Gómez-Jurado
Los premios no son nada. Mi premio es mi trabajo.
Katharine Hepburn
La adulación es una moneda que empobrece al que la recibe.
Laura Permon
Lleváis los ropajes de un príncipe pero sois una bestia cruel y solitaria.
Léa Seydoux
Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas.
Miguel de Cervantes
Si ellos quieren una larga batalla, entonces que sea larga. ¿Si Libia arde quién podrá gobernarla? Que arda.
Muamar el Gadafi
Obedece las leyes.
Quilón de Esparta
Es una práctica de la multitud ladrarle a los grandes hombres, como lo hacen los perros con los extraños.
Séneca
Si os sujetáis a la naturaleza, nunca seréis pobres; si os sujetáis a la opinión, nunca seréis ricos.
Una determinación invencible puede lograr casi cualquier cosa y en esto radica la gran distinción entre los grandes hombres y los comunes.
Thomas Fuller